miércoles, 24 de febrero de 2010

En nuestros tiempos

De pronto, sobrevino la gran inundación que, a manera de un nuevo diluvio —esta vez global—, hizo estallar todas las llaves y tuberías, y nos arrastró a todos con ella. Estamos inundados de información, y ya no es posible administrar el agua como lo hacíamos antes. Ya no podemos pretender que niños y jóvenes acudan a estas instituciones a aprender a mojarse la piel y a beber del manantial del saber que administrábamos los docentes. Ahora debemos enseñarles a mantenerse a flote para poder respirar y no morir ahogados, a nadar para no dejarse arrastrar por la corriente y a sobrevivir en un medio acuático.

Tecnología y educación




Computadoras e Internet en la escuela
Apenas tres décadas atrás, la información, el conocimiento científico y el conocimiento tecnológico estaban lejos del alcance de niños y adolescentes, y muchas veces, también, lejos del alcance directo de sus propios docentes. Las universidades y todas las instituciones educativas formales tenían una "llave de agua" (de información y conocimiento) que podían administrar casi a voluntad. Todos los alumnos debían mojarse, y el maestro, con su habilidad, debía lograr que cada quien se mojara y bebiera poco a poco, y nunca más de lo necesario. La idea era lograr que los alumnos se mantuvieran siempre con un nivel óptimo de humedad en la piel, y que bebieran lo que pudieran sin atorarse ni ahogarse.(

texto tomado de http://www.ministeriodeeducacion.com/)

Luchar por una nueva educación y sociedad

“El modesto preceptor, el oscuro maestro del hijo del obrero y del campesino necesita comprender y sentir su responsabilidad en la creación de un orden nuevo... De todas las victorias humanas les toca a los maestros, en gran parte, el mérito. De todas las derrotas humanas les toca, en cambio en gran parte, la responsabilidad. La servidumbre de la escuela de provincia no pesa únicamente sobre la dignidad de los que aprenden. Pesa, ante todo, sobre la dignidad de los que enseñan. Ningún maestro honrado, ningún maestro joven, que medite en esta verdad, puede ser indiferente a sus sugestiones. No puede ser indiferente tampoco a la suerte de sus ideales y de los hombres que quieren dar a la sociedad una forma más justa y a la civilización un sentido más humano.”(texto tomado de http://www.wikipedia.com/ educacion vocacional y moderna.)